JUAN CONTRERAS T.
Expertos psicoanalistas como Saúl Peña (autor de Psicoanálisis de la corrupción. Política y ética en el Perú Contemporáneo) indican que uno de las secuelas del autoritarismo es la emergencia y desarrollo de una cultura de la violencia visceral y necia que destila intolerancia a raudales y el afán de desprestigio del rival con fines de liquidarlo moralmente o por lo menos defenestrarlo de la vida social. El fujimorismo expresa ese perfil.
Esta "cultura" tiene sus descendientes en Aldo Mariátegui a uno de sus mejores perlas. Necio, intolerante, autoritario, profundamente antidemocrático. Un enemigo mortal de las diferencias. Un dinosaurio total. Sin embargo, el SUTEP, sindicato que reúne a gente progresista y transformadora, parece no haberse librado del veneno fujimorista.
A esta conclusión llego tras leer el panfleto El CONARE - Senderismo y la Nueva Ley del Profesor, Propuesta del SUTEP perteneciente a Julio Mendoza García. No voy a comentar sobre los alcances de la Nueva Ley del Profesor por una razón jurídica elemental, una propuesta legislativa va acompañada previamente de una exposición de motivos y eso nadie lo conoce. Por ultimo, una ley no puede ser una canasta de promesas. La ley, desde el Angulo que se advierta, es el producto de una correlación de fuerzas vinculadas al poder. Pero, ese es otro tema.
No me consta que Julio Mendoza García sea un activo militante del fujimorismo, tampoco conozco que haya publicado un libro o por lo menos un artículo de alguna valía académica e intelectual. Pero, tras leer el panfleto en mención no me cabe duda que es un excelente aprendiz del fujimorismo que no duda en poner en ejercicio la intolerancia y el odio absoluto sobre el oponente. Llamar senderistas a los maestros (Conare senderismo) que se reúnen alrededor del CONARE SUTEP lo coloca en el lugar más bajo de la acción política y revelan el espíritu abyecto y pueril de algunos autodenominados sindicalistas. Francamente, no se equivocó el maestro Saúl Peña.
Es posible que Julio Mendoza García no haya alcanzado algo importante en su trayectoria profesional que le permita acceder a la cultura democrática y de paso leer más y mejor para entender que las diferencias forman parte de la convivencia democrática. Sólo las dictaduras repelan las diferencias. En una sociedad de infinitas diversidades no se puede tener un lenguaje monocorde u ostentar la verdad suprema. Eso es torpeza o estupidez en grado máximo.
No creo que Julio Mendoza García pretenda ser un colaborador de la policía, propiamente de la DIRCOTE, pero su conducta (su lenguaje sobre todo) lo coloca como un personaje oficioso al servicio de la represión. ¿Busca acaso Julio Mendoza García que los conaristas sean detenidos y defenestrados de la vida sindical? Cualquiera podría pensar que tras este personaje de lengua viperina se esconde un asalariado, un colaborador de la policía. Por ello, no seria extraño que "bajo la orientación del Partido Comunista del Perú - Patria Roja" la cárcel se llene de maestros conaristas para plena satisfacción de Julio Mendoza García y de la derecha peruana.
Ciertamente, el PCP-SL busca penetrar cualquier espacio para hacer sentir sus puntos de vista. El sindicato jamás podrá ser una excepción, máxime si en sus orígenes los seguidores de Guzmán eran básicamente maestros de la serranía peruana, como así lo ha demostrado Carlos Iván Degregori en su libro El Surgimiento del PCP. En Informe CVR sostiene igual tesis. Entonces no nos extrañemos, ni asumamos pudores que nos acercan a la hipocresía. ¿Porque el SUTEP tendría que estar ajeno al senderismo? En el sindicato hay maestros de probada militancia aprista, acciopopulista, senderista, existieron siempre y ahora también. Pero, eso hace senderista al CONARE SUTEP?
La necedad no admite diferencias. Hay de aquel que lee un solo libro decía Santo Tomás hace varios siglos adelantándose al dogmatismo y a la intolerancia cerril de la derecha y de la izquierda. No se reunía Mariátegui con Luis Alberto Sánchez, César Vallejo, Luis E. Valcárcel, Cesar Falcón, Abraham Valdelomar, entre otros personajes de variopinta ideología. ¿Todos eran comunistas? ¿No debía reunirse con ellos en nombre de una sacrosanta ideología? Los llamados comunistas no parecen haber aprendido de José Carlos Mariátegui. Sin duda, el Amauta debe estar lamentándose de tener seguidores tan pésimamente formados. Tolerancia, respecto a la discrepancia, sin duda, revelaron la grandeza de espíritu del Amauta ajena a la conducta de aquellos que se autotitulan comunistas, como suele autocalificarse Julio Mendoza García.
Esos comunistas anacrónicos ajena a las prácticas de la democracia solo tiene lugar en la marginalidad de la política peruana. Categorías políticas universales como elecciones democráticas en el sindicato les provoca pavor a perder los frondosos recursos de la Derrama Magisterial. Nada es gratis, eso lo saben bien estos comunistas de papel. En Europa casi no existen y en Asia se han convertido en grandes burgueses. En el Perú, dan lástima.
Expertos psicoanalistas como Saúl Peña (autor de Psicoanálisis de la corrupción. Política y ética en el Perú Contemporáneo) indican que uno de las secuelas del autoritarismo es la emergencia y desarrollo de una cultura de la violencia visceral y necia que destila intolerancia a raudales y el afán de desprestigio del rival con fines de liquidarlo moralmente o por lo menos defenestrarlo de la vida social. El fujimorismo expresa ese perfil.
Esta "cultura" tiene sus descendientes en Aldo Mariátegui a uno de sus mejores perlas. Necio, intolerante, autoritario, profundamente antidemocrático. Un enemigo mortal de las diferencias. Un dinosaurio total. Sin embargo, el SUTEP, sindicato que reúne a gente progresista y transformadora, parece no haberse librado del veneno fujimorista.
A esta conclusión llego tras leer el panfleto El CONARE - Senderismo y la Nueva Ley del Profesor, Propuesta del SUTEP perteneciente a Julio Mendoza García. No voy a comentar sobre los alcances de la Nueva Ley del Profesor por una razón jurídica elemental, una propuesta legislativa va acompañada previamente de una exposición de motivos y eso nadie lo conoce. Por ultimo, una ley no puede ser una canasta de promesas. La ley, desde el Angulo que se advierta, es el producto de una correlación de fuerzas vinculadas al poder. Pero, ese es otro tema.
No me consta que Julio Mendoza García sea un activo militante del fujimorismo, tampoco conozco que haya publicado un libro o por lo menos un artículo de alguna valía académica e intelectual. Pero, tras leer el panfleto en mención no me cabe duda que es un excelente aprendiz del fujimorismo que no duda en poner en ejercicio la intolerancia y el odio absoluto sobre el oponente. Llamar senderistas a los maestros (Conare senderismo) que se reúnen alrededor del CONARE SUTEP lo coloca en el lugar más bajo de la acción política y revelan el espíritu abyecto y pueril de algunos autodenominados sindicalistas. Francamente, no se equivocó el maestro Saúl Peña.
Es posible que Julio Mendoza García no haya alcanzado algo importante en su trayectoria profesional que le permita acceder a la cultura democrática y de paso leer más y mejor para entender que las diferencias forman parte de la convivencia democrática. Sólo las dictaduras repelan las diferencias. En una sociedad de infinitas diversidades no se puede tener un lenguaje monocorde u ostentar la verdad suprema. Eso es torpeza o estupidez en grado máximo.
No creo que Julio Mendoza García pretenda ser un colaborador de la policía, propiamente de la DIRCOTE, pero su conducta (su lenguaje sobre todo) lo coloca como un personaje oficioso al servicio de la represión. ¿Busca acaso Julio Mendoza García que los conaristas sean detenidos y defenestrados de la vida sindical? Cualquiera podría pensar que tras este personaje de lengua viperina se esconde un asalariado, un colaborador de la policía. Por ello, no seria extraño que "bajo la orientación del Partido Comunista del Perú - Patria Roja" la cárcel se llene de maestros conaristas para plena satisfacción de Julio Mendoza García y de la derecha peruana.
Ciertamente, el PCP-SL busca penetrar cualquier espacio para hacer sentir sus puntos de vista. El sindicato jamás podrá ser una excepción, máxime si en sus orígenes los seguidores de Guzmán eran básicamente maestros de la serranía peruana, como así lo ha demostrado Carlos Iván Degregori en su libro El Surgimiento del PCP. En Informe CVR sostiene igual tesis. Entonces no nos extrañemos, ni asumamos pudores que nos acercan a la hipocresía. ¿Porque el SUTEP tendría que estar ajeno al senderismo? En el sindicato hay maestros de probada militancia aprista, acciopopulista, senderista, existieron siempre y ahora también. Pero, eso hace senderista al CONARE SUTEP?
La necedad no admite diferencias. Hay de aquel que lee un solo libro decía Santo Tomás hace varios siglos adelantándose al dogmatismo y a la intolerancia cerril de la derecha y de la izquierda. No se reunía Mariátegui con Luis Alberto Sánchez, César Vallejo, Luis E. Valcárcel, Cesar Falcón, Abraham Valdelomar, entre otros personajes de variopinta ideología. ¿Todos eran comunistas? ¿No debía reunirse con ellos en nombre de una sacrosanta ideología? Los llamados comunistas no parecen haber aprendido de José Carlos Mariátegui. Sin duda, el Amauta debe estar lamentándose de tener seguidores tan pésimamente formados. Tolerancia, respecto a la discrepancia, sin duda, revelaron la grandeza de espíritu del Amauta ajena a la conducta de aquellos que se autotitulan comunistas, como suele autocalificarse Julio Mendoza García.
Esos comunistas anacrónicos ajena a las prácticas de la democracia solo tiene lugar en la marginalidad de la política peruana. Categorías políticas universales como elecciones democráticas en el sindicato les provoca pavor a perder los frondosos recursos de la Derrama Magisterial. Nada es gratis, eso lo saben bien estos comunistas de papel. En Europa casi no existen y en Asia se han convertido en grandes burgueses. En el Perú, dan lástima.
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