domingo, 17 de abril de 2011

ROSA MARÍA PALACIOS Y SU PARTIDO

1. DESDE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA

Rosa María Palacios y Alberto Varillas Cueto es un matrimonio abogadil que se las trae, su obsesión por ganar dinero no tiene límites desde cuando eran estudiantes de Derecho en la Universidad Católica, aprovecharon el poder de don Alberto Varillas Montenegro, padre de Alberto Jr, y quien era autoridad en ese claustro de estudios y a la vez connotado miembro del gobierno fujimontesinista.

En efecto, en abril de 1992, cuando se produjo el golpe antidemocrático fujimontesinista, Varillas papá juramentó como ministro de Educación ante Fujimori; y en la ceremonia estuvieron aplaudiendo Alberto Varillas Cueto y Rosa María Palacios, a la sazón ya casados desde 1988. Tras su matrimonio con Alberto Varillas Jr. la entonces joven Rosa María Palacios, por recomendación de su poderoso suegro, ingreso a trabajar en la oficina del entonces presidente del Consejo de Ministros, Alfonso De Los Heros. Mientras Alberto Varillas Jr. estaba en el anonimato, su aventajada esposa continuó trabajando como funcionaria fujimontesinista hasta mediados de 1998, en el Indecopi y Sedapal.

Después decidió incursionar directamente en el aparato partidario fujimontesinista y se ubicó como asesora nada menos de Juan Carlos Hurtado Miller, ex Primer Ministro de Fujimori y que postulaba como candidato a la alcaldía de Lima por Vamos Vecino, cuya campaña era financiada directamente por Vladimiro Montesinos.

Tras, la derrota electoral de Hurtado Miller Palacios decidió alejarse del fujimontesinismo, al que había servido lealmente por más de 8 años, y reconvertirse de abogada en periodista, de la mano de otros allegados fujimontesinistas como Juan Carlos Tafur y Pedro Salinas.

2. LA GRAN DIFERENCIA ENTRE EL PERIODISMO Y LA ABOGACÍA

El escandaloso caso de Rosa María Palacios de Varillas grafica en su más cruda realidad la gran diferencia ética que existe entre el periodismo y la abogacía.

El abogado siempre está al servicio de una parte, y se debe a ésta a cambio de un salario.

Para cumplir su labor el abogado tiene que acumular todas los indicios y pruebas posibles para sustentar la posición de su defendido, sea denunciante o inculpado, asesino o violador.

En cambio, el periodista no está al servicio de una parte ni de las dos partes, mucho menos usa la profesión para su beneficio.

Está al servicio de la sociedad y por ello su información debe estar orientado al bien común, y por encima de las dos partes generalmente en conflicto.

En el caso de Rosa María Palacios de Varillas se trata de un personaje que no es periodista profesional ni de vocación.

Tras dedicar 8 años de su vida al servicio del fujimontesinismo (como servidora en la Presidencia del Consejo de Ministros, en el Indecopi, Sedapal y luego hasta como asesora de campaña del aún prófugo Juan Carlos Hurtado Miller en 1998) Palacios, ante la inminente caída del régimen al que había servido, inició un veloz reciclaje incursionando en el periodismo, incluso antes que otro connotado ex fujimontesinista que ahora reniega de su pasado, Augusto Alvarez Rodrich quien fue vicepresidente de Osiptel y funcionario en el Indecopi.

Durante el tiempo que lleva en la televisión Palacios no ha actuado como periodista sino como abogada, siempre al servicio de una parte, de sus amigos (Juan C. Tafur, Pedro Salinas, etc, etc), o de su esposo Alberto Varillas en el escandaloso caso de Petrotech.

¿HA VUELTO EL FUJIMONTESINISMO?

Anoche, Palacios, tras retornar de México, trató de aparecer como víctima, insinuando que se trataría de una maniobra del gobierno o de una reaparición del fujimontesinismo. ¿Ha vuelto el fujimontesinismo?, se preguntó la abogada, seguramente ante las risotadas de Juan Carlos Hurtado Miller o del propio Álvarez Rodrich.

Lo cierto es que Palacios, al igual que Alvarez Rodrich, se alquilaron al fujimontesismo por años y luego pretenden aparecer como moralizadores, teniendo tremendo rabo de paja y muchos intereses comunes, entre ellos económicos, que defender.


Fuente: Blogger el Ombligismo

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